El isekai de Gaturro: https://www.wattpad.com/1414273257

Otra jornada neoyorkina llegaba a su fin. Picha Parking, fotógrafa freelance, financiaba sus estudios vendiendo contenido erótico de sus pies a los árabes. También hacía videos en TikToc, reseñando restaurantes como el Ramen de Ichikaru, el comedor infantil Skibidi Toilet Bar y su propio emprendimiento familiar: Tía's May Hot Dogs.

A esta altura del partido, Otto Octavius ya se había leído toda su propia reseña en Wikipedia. Ya sabía que todo era una farsa rebooteable en la matrix incesante que arrojaba contenidos banales al vacío insaciable. Tenía una severa depresión, pero operativa y funcional. Por lo que egresó con honores en la carrera de Ingeniería de pulpos platónicos y dildos de Prozac. Especializándose en la dinastía de dildos geométricos, flexibles y picarones, desarrolló su "Mochila de Placer Tentacular Sybian ilimitado".

Picha Parking intentaba usar sus poderes arácnidos para el bien. Ganó una beca para travestis de RuPaul y pudo desempeñarse como fotógrafa de Pizza Uggi's NY, Tiendas del doctor Simi, et cétera. Creo que esto ya lo mencioné, pero me inventé otros ejemplos ficticios, ja ja XD!!!!

Entonces me dije: Intenta escribir algo
alegre,
algo reconfortante,
algo que pueda ayudar a una persona
que tiene cáncer o a la que ha atropellado un auto
Me puse a pensar
estuve pensando una tarde entera
y no se me ocurrió nada alegre
o estimulante
Esto es lo que les debió pasar a Shakespeare
y a Dostoievski,
a Proust y a Kafka
por eso la gente no lee
Sólo leen los deprimidos,
para confirmar su depresión.

Una juntada turbo-esquiza chánica chamánica mamánica tendría lugar en el desierto de Arequipa. Un nacimiento pernicioso. Ataviados de furros, con pergaminos asémicos y tamagotchis con luchadores pokefílicos ficticios del king of fighters, numerosos espectros incels comunistas discurrieron sobre si Yayita era mejor para que Cone debute al estilo straight shota o si no más tenía que entrarle a Yuyito.
Milei no podía permitir una juntada de más de tres personas, por lo que cruzó la cordillera de los andes de un salto, en su pony perruno alterado genéticamente, con cara de Gaturro. Con su motosierra de poder, pudo prevalecer un tiempo, pero al descuidar Argentina durante diez minutos, volvieron los piquetes y el peronismo más choriplanero. Entonces tivo que retornar para que no le roben todo lo que quería robar él para financiar más clones locos de perros en Israel.
La juntada prosiguió, compartiendo memes, fotos de monas chinas dibujadas por humanos y otras dibujadas por la Inteligencia Artificial de China, que te espía el poto.
También se visionó la nueva película "Comunismo en el Spiderverse: Spiderstalin versus Spidertrotsky featuring riña de gallos con SpiderNarovsky".

Una chavita de lentes con apariencia de Mía Khalifa pero de Perú o Bolivia se acercó a FURRO PLATÓNICO, para averiguar los requisitos de su Club de lectura. "No, pequeña. No aceptamos mujeres. Son seres genuflexos que se abusan de la mímesis de su cuerpo, derivado de la costilla de Adán."
Pero ella le contestó: "Yo no salí de tu costilla, weón. ¡Tú saliste de mi coño!"
FURRO PLATÓNICO la echó a escobazos.
La chamaca, erigió con sus propias manos un templo de escritura empotrada, porque convirtieron a un caballo macho en mortadela y en una máquina sybian, para estimular el clítoris lectoescribiente. Y así, muchas chicuelas del campo aprendieron diversas lenguas extintas. Muchos hombres afeminados también se unieron al club y escribieron obras de teatro sobre la marginación y sobre dragones burocráticos con cabeza de dildo espinado.
FURRO PLATÓNICO estaba disgustipado. No sólo no se le paraba la pichula: Ahora nadie se interesaba por sus dogmáticas sentencias sobre lo correcto y lo incorrecto, sus críticas a los sofistas y sus rezongos sobre el sofá-cama.
De día escribían y leían cuentos sobre otros furros veleidosos y nada ejemplares. Antihéroes, beodos, dictatoriales, vampiros, clericales, antinatales, dadaístas, iletrados, nietzscheanos, kafkianos, shakespereanos, etcétera.
De noche tocaban la guitarra y hacían canciones obscenas como "Gorda, tengo un flor de gomón para vos" y "Sentate en el pelado, Junior, vos y todos los pibes de la esquina". Además de baile y fornicación inmoderada. Muy distante todo de la música de las esferas, de los negros en patera. De la idea, esa idea IDEAL, un mundo ideal, un mundo en el que tú y yo / podamos decidir, como vivir sin nadie que lo impida / un mundo ideal, que nunca pude imaginar / donde ya comprendí, que junto a ti / el mundo es un lugar para soñar / fabulosa visión sentimiento divino.

El azar no existe, solo es complejidad ininteligible.

Bohr querría tener una conversación contigo.

Bohr nació en Copenhague, hijo de Christian Bohr, un devoto luterano y catedrático de fisiología en la universidad de la ciudad, y Ellen Adler, miembro de una adinerada familia judía de gran importancia en la banca danesa y en los «círculos del Parlamento». Tras doctorarse en la Universidad de Copenhague en 1911, descubrió que la kryptonita azul le daba poderes de Kokún. Provisto además del martillo de Thor y del anillo de Góllum, intentó la anexión de Fondo de Bikini, trenzándose en feroz lucha con Calamardo, Patricio y Bob Esponja. Joseph John Thomson, descubridor del electrón (el tema de la tesis doctoral de Bohr) y ganador del premio Nobel en 1906, le saboteó la próstata con uranio iraní subrepticiamente en una orgía a Bohr, ocasionando su muerte. Pero el Doctor Gero lo revivió convirtiéndole en el androide número 314. Bohr (de ahora en más "Nº 314") completó sus estudios alquímicos antisoviéticos en Mánchester, al ritmo de Joy Division, teniendo como maestro a Ernest Rutherford, con el que estableció una duradera relación científica y fogosa.

En 1916, Nº 314 (para los humanos, "Niels Bohr") comenzó a ejercer como profesor de física teórica en la Universidad de Copenhague, consiguiendo los fondos para crear el Instituto Nórdico de Física Teórica, que dirigió desde 1920 hasta su fallecimiento (se le acabó la batería).

En 1943, con la Segunda Guerra Mundial en pleno apogeo, Bohr escapó a Suecia para no romperle el hocico a los nazis con un combo y así alterar los sucesos del presente. Una vez a salvo, apoyó los intentos angloamericanos para desarrollar armas atómicas, en la creencia de que la bomba alemana era inminente, y trabajó para ello en el Proyecto Manhattan de Los Álamos, Nuevo México (EE. UU.) donde por accidente Bruce Banner inhaló o fumó los rayos Gamma y se convirtió en Tetsujin Gamma.

Harald Bohr, su hermano menor, fue igualmente un reconocido matemático, además de futbolista olímpico, y los dos hermanos jugaron juntos en el Akademisk Boldklub, en el que Niels Bohr fue portero, con el guante en el pene defendiendo la portería.​

"No sé por qué / imaginé / que estábamos unidos / y me sentí mejor... pero aquí estoy / tan solo en la vida / que mejor me voy" cantó el payaso Garompeta antes de dispararse con su arma de utilería, detonando una explosión de pochoclo.

Argie lloraba solitaria. Entonces, un extraño joven de trazas rústicas y rastros de sangre, aparece.

"¿Orochimaru?", preguntó Argie, que era fan de Naruto, Boruto y todo lo que rime con "puto" ah rre XD!!!!!! :v qué hacen papus pasen buenos momasos.

-No se haga la otaria, papusa -replicó el sombrío encapuchado.

-No me hago. Soy. -suspiró ella relojeándole el bulto.

-A mí me parece que usted se quiere ganar unas regias puñaladas.

-Depende. Me gustaría que me penetre con su puñal de carne. Ese que guarda entre las piernas, don Orochi. -beboteó juguetona mientras se tocaba una teta y con la otra mano se jalaba un mechón de cabello.

-N-no me gustan las narizonas blanquiñozas... -bufó débilmente Jeff.

-¿Usted es Jeff the killer? ¿100% real? -preguntó Argie mientras arrimó su mano a la erección que se vislumbraba en el pantalón deportivo ensangrentado del fiero psicópata creado por el creador de Invasor Zim.

-Sipis dipis. Soy el mismo que viste y calza. Soy Jeff the Killer 100% Real no fake, amigue.

-Mirá vos... yo te cuento, Jeff querido, que estoy muy sola y triste. ¿Me harías el amor?

-No. Soy muy tímido.

-¿Y? Capaz que si te meto el dedo en el culo se te para y ¡ñac! garcheteamos.

-¡No, tarada! Soy asexual, asintomático y arromántico.

-¡Ufa! -rezongó Argie.

-Culo que rezonga...

-¡Quiere poronga! ¡Y usted, Jeff, boludo, la tiene y no la usa!

*Jeff se pone sad*

*Argie estalló de inflación y empezó a hablar en lenguas*.

-Adelante, vamos, cabrón. ¡Pinche sacowea, valei callampa, conchetumare. Si no me cogés, matame, la re puta que te parió, pedazo de inútil! -bramó la hembra albiceleste y soleada en el centro.

*Jeff se conmueve*.

-Bueno, bueno. Perdón, che. No sea así, señora...

-¿Señora? ¡¡¡Señorita!!! ¡Buuu buuuu! -siguió ella. Yo ya estaba cansado. Quería que garchen, o que mueran o que bailen La Lambada.

-Mire, la verdad es que se me para cuando veo pequeñas hembras en trajes como Miraculos Lady Bag, de catorce años...

-¡Ah! ¡Usted es alto violín! -Argie lo señaló con el dedo y gritó: "¡Socorro! ¡Hay un violador!"

-¡Eh! -Jeff intentó apaciguarla-. No, hermana. Soy un asesino. Soy Jeff the Killer 100% real no fake. I already told you, I kill. I don't rape, ¿cachai?

-Yes.

-¿Yes what?

-Yes, cacho. -y le cachó el pedacito.

(Aunque entre la carne se interponía el vil pantalón maléfico).

Y Argie le bajó el pantalón a un desprevenido y confundido Jeff. La tenía gomosa. Pero Argie, con toda su histórica práctica de chupar zodapes, le hizo unos petes que hubieran hecho eyacular al Papa Francisco.

-Dale, matame, guachín -le ronroneó Argie-. Penetrame con tu anaconda asesina estadounidense...

*Jeff se rió nervioso. Su erección se fue.*

-Dale, boludo, ¿qué pasó?

-Creo que sólo necesito amor y comprensión. Sé que hice muchas boludeces...

-Y sí, pa. La verdad que sí. Pero yo quiero coger, ¿ME ENTENDES?

-¿Quiere alguien pensar en Jeff the killer, la re concha de la lora?

*Jeff lloraba a viva voz.*

Y nadie quería tener asuntos con Argie. Por eso no vino ninguna nación.

"Pasé un rato en Argentina y ya me quiero ir a la re mierda", pensó Jeff.

Argie vio en los dolientes ojos del inestable Jeff que en cualquier momento ella se quedaría sola nuevamente. Con los ojos húmedos, tomó aire. Y sacó el alfajor Guaymallén GOLD SILVER EDITION.

-Tomá, chabón. Para que bajoneés por el camino.

-G-gracias. -musitó el foráneo asesino psicópata, guardando la golosina argenta en un bolsillo. Y con la TELEPORT DE SCORPION, procedió a volver a sus tierras primermundistas.

Iba caminando cuando sentía culpa por no estar dibujando, y también fantaseaba las ideas más estúpidas. Letras de canciones que no transcribiría. Apenas me sentara con lápiz y papel toda ocurrencia dejaría de rimar, la música en los versos se marchitaría. Atraparía sombras de esos destellos inspirados.
Ideas, ideas, ideas. Redibujar un episodio de la Doom Patrol de Morrison pero con mi estilo, un poco deudor de Liniers, Gary Panter, Gary Baseman, Mark Beyer. Y con Gaturro en vez de El Hombre Negativo. Y con otro poder. No sé, que todos los personajes floten como Carlitox. Y que Crazy Jane esté dibujada con una estética más fanservicial. Ya sé que ahí ya me estoy poniendo tan seguidor de la grasa, tan "lo que quiere la chola". Pero bueno, qué sé yo. También películas que no filmaré, con actrices que no estarán a mi alcance, mucho menos a mi disposición, como Sofía Gala, Thelma Fardín, Marcela Klosterburguer...
Pero bueno, tengo mi guitarra. Compuse con dos acordes otra canción de amor francés, de gordas de Willendorf, con dildos menhires de Stonehenge o de la Isla de Pascua.
Tenía un montón de ideas. Probablemente todas fueran estúpidas.
Pero querría concretar alguna.
Por lo pronto, transcribí un par de textos ajenos de Wattpad, donde no podía copiar y pegar párrafos. Tenía que sentarme y transcribirlos como un escriba del medioevo.

Hola esta es mi historia tengo 4 años y bueno. Ayer volví bien emborrachao a la casa y golpié a mi mama y le dije oye puta MAMOS A ASER EL AMOL y me dijo noo hijo por favor noo y la golpié asta que hicimos el amor bien rico y otro día me la estaba jalando bien chingón entró mi ermana con su prima y me la empezó a chupar bien rico entró mi papa nos vio lo tuve que matar de un escopetazo luego llegó mi mamá y hicimos una orgía lo hicimos bien rico pero embarasé a todas así que las tuve que matar y me quedé CON TODO EL ORO DE LA CASA y ahora vivo en una isla de diamantes lujos y HAGO BITCOINS siendo mi propio jefe.

Ana entró en su aposento con paso vacilante.

“Me odia; estoy segura; ama a otra, ahora estoy más segura”. Y se repitió mentalmente sus palabras de hacía un momento: “Quiero ser amada, y si él no me ama ya, todo ha terminado... Sí, hay que terminar, pero ¿cómo?, se preguntó desplomándose en un sillón frente al espejo.

Los pensamientos más contradictorios la asaltaron. ¿Dónde ir? ¿A casa de su tía que la había criado? ¿A casa de Dolly? ¿O resueltamente al extranjero? Esta ruptura ¿será definitiva? ¿Qué hace él ahora en su gabinete? ¿Qué diría Alexis Alejandrovitch y la sociedad de Petersburgo?

Una idea vaga que no llegó a formular, la agitaba. Recordó una frase que había dicho a su marido después de sus partos: “¡Por qué no habré muerto!” Y aquellas palabras despertaron en seguida en ella los sentimientos que entonces experimentó.

“¡Morir, sí; es la única manera de salir de esto! Mi vergüenza, el deshonor de Alexis Alejandrovitch y el de Sergio, todo se borrará con mi muerte; él me llorará, se arrepentirá después y me amará”.

Una sonrisa de ternura hacia sí misma rozó sus labios, mientras sacaba las alhajas de sus dedos.

Unos pasos que se aproximaban ––¡los de él!–– la sacaron de sus meditaciones, sin que hiciera el gesto de ponerse en guardia. Wronsky la tomó de la mano y dijo tiernamente:

––¡Ana! Estoy dispuesto a todo; marchemos pasado mañana.

Y como no le respondiera nada:

––¿Qué te parece? ––insistió.

––Haz lo que quieras ––respondió Ana incapaz de dominarse por más tiempo, y rompió en llanto.

––¡Déjame, déjame! ––murmuró en medio de sus sollozos––. Me iré mañana. E incluso haré más. ¿Qué soy yo? Una mujer perdida, una piedra colgada a tu cuello. No quiero atormentarte por más tiempo. Ya no me amas. Tú amas a otra, te libraré de mí.

Wronsky le suplicaba que se calmase, le juró que no existía la más mínima causa que justificara sus celos, y le aseguró su amor.

––¿Por qué hemos de atormentarnos de esta manera? ––le preguntó Ana, creyendo notar algunas lágrimas en sus ojos y una pena en su voz y, pasando repentinamente de los celos a la ternura más apasionada, cubrió de besos la cabeza, el cuello y las manos de su amante.

[...] pues todo inició en la mente de una niña rusa llamada Kandinski Fyodorovna, esquizofrénica y ludópata, abandonada por sus padres en el estacionamiento de un casino en la fría Siberia.

Sus hermanos imaginarios también padecían de trastornos de mentales: Fyodor era hiperactivo y su medio hermano, Ferbovich, no tenía lengua (su padre vivía en Chernobyl).

Después de que la pequeña Kandi desarrollara una fabulación ilimitada con sus hermanos inexistentes, le contaba a prostitutas que hacían las veces de su madre, las increíbles tropelías que ellos habían realizado cuando nadie les veía. Por lástima, la escuchaban. Finalmente, Kandinski, se dedicó a la prostitución y, cuando algún cliente la trataba medianamente bien, ella le contaba de sus ingeniosos hermanos.

Un cliente llamado FURRIVICH OBESOSKY, la instó plasmar esas aventuras con detalle. Aunque así lo hizo, esto no fue suficiente para calmar su tristeza y en 2007, a los 14 años, Kandinski Fyodorovna se quitó la vida con pastillas de novichok.

Si el comunismo fuera un hoyo, sería el hoyo de tu vieja porque todos la comparten. Y si todos la comparten, es porque es tu vieja. Y si es tu vieja, es porque el ano de tu vieja lo comparte todo el mundo. Y si lo comparte todo el mundo, es porque todo el mundo va al ano de tu vieja. Y si es tu vieja, quiere decir que naciste del lado del hoyo que es compartido por el comunismo. Y si el comunismo está en tu vieja, entonces los 8.000.000.000.000 de habitantes de la tierra tienen metido alguna parte de su cuerpo en el ano de tu vieja, menos tu vieja obviamente. Si no, no es comunismo. Dado que hay seres humanos que no tienen pene, entonces meten un pie. Dado que hay seres humanos que no tienen pie, entonces meten una mano. Dado que hay seres humanos que no tienen manos, entonces meten el poto. Dado que hay seres humanos que no tienen poto, meten la cabeza. Dado que hay seres humanos que no tienen cabeza, entonces meten el tronco. Dado que hay seres humanos que no tienen tronco, entonces meten el pubis. Dado que hay seres humanos que no tienen pubis, entonces meten los cocos. Dado que hay seres humanos que no tienen cocos, entonces meten el clítoris. Dado que hay seres humanos que no tienen clítoris, entonces meten una grabación del clítoris. Dado que hay seres humanos que no tienen una grabación en video del clítoris, entonces meten una grabación de audio del clítoris. Dado que hay seres humanos que no tienen una grabación de audio del clítoris, entonces meten unos inciensos con olor a clítoris. Dado que hay seres humanos que no tienen inciensos con olor a clítoris, meten inciensos con olor a baño público o casa de putas. Dado que hay seres humanos que nunca han ido a un baño público o a atenderse con putas, eso quiere decir que no existe el comunismo y por lo tanto que la frase «eso no es verdadero comunismo» es verdadera.

Cuando un hombre feísimo se convierte en padre, y le nace un hijo, en medio de la noche tiembla y enciende una lámpara, y corre angustiado a ver en la cara del bebé a quién se parece.

Mis amigues más cultos, los que tocan en el conservatorio música de Bach, Vivaldi, Chopin y rolan alrededor de Beethoven, se visten como Eminem, frasean como Sir-mix-a-lot y fuman como Cypress Hill. Postean cosas de Tupac, Beastie Boys y Lipton Ice-T.
Yo creo que algo no cuadra. Para mí que me están cachando.
Cuando se juntan con las muchachas que tocan instrumentos de cuerda frotada, discurren sobre cosas que no entiendo. Música microtonal, dodecafónica. Música para camaleones.
Cuando se juntan en la esquina a inhalar Resistol, tiran rimas sobre FURRO OBESO, me dejan tieso. La plaga acampa, vale callampa. Después oyen reguetón.

"Se puede ir uno acercando más y más a la realidad, pero nunca puede uno acercarse lo suficiente porque la realidad es una sucesión infinita de pasos, de niveles de percepción, de falsos sondeos, y por tanto, inextinguible, inalcanzable."

—NAVOKOV, Vladimir.

Argie tenía que leer un montón y no entendía UN SORONGO. Le costaba concentrarse, sólo quería chuparle el pico a Perú o besuquearse con Bolivia. O bailar La Lambada o unas cumbias rebajadas. O grabar videítos en Tik-Tak.

"Soy una boluda 100% real no fake" rezongó como una niña y se puso a llorar. Luego se masturbó. Luego fue hacia la nevera (o refrigerador o heladera) y se tomó la última latita de cerveza Brahama. "Ojalá pudiera comprar Stella o Corona".

Pero no podía.

Para aprobar la materia "Arte en contextos históricos", Argie debía distinguir entre cubismo, dadaísmo, impresionismo, expresionismo, fauvismo, surrealismo, arte pop...

Era mucho para Argie. En su extensión, hubo grandes artistas, pero... ¿qué los hacía grandes?

Europa. Los europeos adinerados eran los que otorgaban valor a las producciones argentas. Muchos artistas argentinos fueron a estudiar a Europa, por lo que los europeos veían con buenos ojos esta jerarquía, esa encarnación de meca de músicos, pintores, escultores...

La tucumana Lola Mora se formó allá o al menos, allí perfeccionó lo que ya sabía y realizó una magistral fuente de sensuales nereidas. Berni, Spilimbergo, Víctor Delhez, Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Alejandra Pizarnik, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Manuel Puig, Ástor Piazolla y muchas y muches amigues del arte aquí no llegaban a fin de mes, en cuanto Europa los consideró, la gente hipócrita e ignorante pero acaudalada encumbró a los mencionados y mencionades.

"Me gusta el arte, pero cuando me hace ganar divisas" [dólares], pensó Argie.

Pero el arte, ¿qué cosa es? ¿Para qué sirve? Argie tenía que leer textos extensos. No entendía nada. Iba a la cocina, preparaba mate cocido, luego le ponía gnutella a las galletitas. Comía, cuchareaba el pote de gnutella. Lo vaciaba. Ya la gnutella había aumentado al doble, el precio. Ya no comería esa popocha adictiva en MESES, a menos que Perú o Bolivia le trajesen. Siempre le traían golosinas, porque sabían que la narizona era adicta a las cosas dulces...

Y a la droga. Cocaína y marihuana. Marihuana le traía Paraguay. Paraguay tiene una historia triste con Argie. Argie, hipnotizada o qué sé yo qué, junto con Brasil y Uruguay, emboscaron al hermano guaraní. Ye hicieron morir a casi todos los humanos hombres guaraníes.

Pero las mujeres paraguayas se cargaron al hombro el país y tuvieron TURBOSEXO y de tamaña copulación pudieron repoblar su tierra con nuevos hombres 100% real guaraníes.

Hoy día, la relación era más o menos buena entre Paraguay y Argie, aunque bueno, es una mancha negra en la historia de ambos. Pero qué le hace una mancha más al tigre. O al Gaturro.

Argie perdía media hora, cuarenta minutos, cada vez que iba a la cocina a tomar un pinche vaso con agua. Pensaba en el arte pero no leía los textos. Llegó a leer dieciséis veces una página de "La crítica del juicio o de la facultad de juzgar" de Immanuel Kant. Básicamente, parecía decir de forma harto enrevesada que la belleza de las cosas sólo existe en la mente que las contempla. Pero quién sabe qué decía.

"No quiero estar acá, quiero ver dibujitos. Quiero ver la peli de Steven Universe. Quiero hacer un fanfiction de Spinel, de Spinel debutando EN EL SEXO con el gordo mamón. Quiero que haya un plano de las chanclas revoleadas por el cielo de Ciudad Playa y luego que el aire marítimo y salado se impregne de aroma a semen, semen de diamante..."

Argie se empezó a masturbar, fabulando el sensual material de excelente contenido excitante...

La profesora de Filosofía ya había dado el tema de la caverna de Platón, destacó la similitud con la película Matrix y con la película de Jim Carrey donde él era un actor que era espiado, sólo que él no era un actor, sino que se hallaba en una suerte de ficción en la que él desconocía ser el personaje principal.

Y ahora la profesora se acostaba con un koreano del Sur. Para hacer bien el amor hay que venir al Sur. Y el koreano vaya sí lo hizo: le daba clases de sipalki y le traducía pergaminos en papel de arroz de un filósofo contemporáneo. Además, el koreano SÍ SABÍA bajar al pesebre. [Nota del autor: "bajar al pesebre" es un eufemismo antiguo por "sexo oral a la vulva, es decir, cunnilingus"].

Frases que Argie tuvo que transcribir, sin entender un comino:

"La técnica de poder del régimen neoliberal adopta una forma sutil. No se apodera directamente del individuo. Por el contrario, se ocupa de que el individuo actúe de tal modo que reproduzca por sí mismo el entramado de dominación que es interpretado por él como libertad. La propia optimización y el sometimiento, la libertad y la explotación coinciden aquí plenamente."

[-BYUNG-CHUL Han, "Psicopolítica"]

La profesora de Instrucción cívica era nihilista y no iba a votar. Nos refería que la tiranía era peor que la democracia. Pero que "democracia" significa "el pueblo al poder".

"¿Ustedes son poderosos?", preguntó. Y al ver nuestra pálida respuesta, empezó a reír de un modo que encontré tenebroso.

Añadió: "El orden social a cambio de libertad es UN MAL TRATO. Ninguna religión vale una sola gota de sangre. No hay más infierno para el hombre que la estupidez y la maldad de sus semejantes."

Y no entendí nada, pero sentí que la profesora ésta me gustaba.

Una materia nueva, llamada "Conocimiento interior" ocupó el lugar de la ¿materia? EDI (acrónimo de Espacio de Definición Institucional). La profesora era un joven travestido muy bello. Puede que fuera de Salta o Jujuy. O en la frontera con Bolivia o Perú.

Escribió con letra manuscrita en el pizarrón todo este texto:

Entiende esto: ¿Qué es lo que consigues con este constante, eterno obtener? ¿Qué es lo que obtienes? Eres tan pobre como siempre, eres un mendigo como siempre, o aún más. Cuanto más tienes, más te vuelves un mayor mendigo, mayor es el deseo de obtener. A lo único que llegas con el obtener, es a querer obtener más. ¿Dónde has llegado? ¿Qué has encontrado? ¿Qué es lo que puedes decir que obtienes con esta locura constante de obtener? ¡Nada!

Si puedes entender esto, el mismo entender se vuelve una transformación: el obtener desaparece. Y en el instante en que el obtener desaparece, una dimensión se abre: empiezas a dar. Y esa es la paradoja: no has obtenido nada mediante el tener, pero cuando das, obtienes. Pero este "dar" no implica para nada el obtener. Este "dar" es en sí mismo un gran logro, una profunda satisfacción.

La mayoría de mis compañeros no escribieron nada. Se limitaron a sacar fotos con el celular.

Algunos celulares no tenían ni carga. Todos los cargadores estaban reventados, porque hubo un desperfecto eléctrico y se reventaron las pizarras digitales, los ventiladores que funcionaban y las luces. Unos narcos pensaban que había una disputa por el territorio y efectuaron rafagazos [nota del autor: "rafagazo": ráfagas de disparos con metralleta ligera.]

Tocó el timbre, ella o él o elle (yo no quiero faltar el respeto, PERO NO SÉ QUÉ DECIRLE, NO SÉ, AMIGUE. ¡PERDÓN!) agarró, nos sonrió a los que copiábamos todavía, que éramos Bolivia, Gaturro y yo, Argie, tu narizona soleada albicelestina preferida. Yo, la más gloriosa y blanca, la más top y tanguera y arrabalera. Bueno, ya sé que hay arrabales en todos lados, pero CURTÁNSE, AMIGUES. YO SOY DIVINA, PORQUE SOY GASOLINA. 100% real no fake.

Y bueno, me encantaría acostarme con un trava, pero aún no hay country-nations travestis... creo. Bueno, DEBE HABER. La regla 34 no falla.

Cuando terminamos de copiar le pregunté a Gaturro si él entendía algo de lo que copiamos. Y él boludo me dice "No tenía nada de celulitis, la profe. Y tenía un re zodape ahí debajo de la falda... ¡creo que me hice puto! ¡Mirá cómo me puso! Ya me voy al baño a pajearme."

Y se fue al baño, tropezándose un poco con el tacho de basura junto a la puerta, pero sin caerse. Nadie se río, porque estaban mirando sus teléfonos celulares apagados, haciendo como que estaban encendidos. O quizá habían consumido mucha "tungui" que era como una suerte de anfetamina cortada con fentanilo y espolvoreada con comino. Los dejaba turbo-autistas a los pibes. Una chica en ese estado podía ser violada por diez chacales y se iba a enterar que murió recién después de llevar una semana como fantasma.

FURRO OBESO había atravesado el portal interdimensional de los dibujitos animados. Debes hacer, amigue lectora o lector o lectore, este pacto de lectura conmigo. Debes creer que todo esto es real, para que puedas gozar y humectar tus partes, ja ja.

Decía: De nuevo en Beach City. Esta vez, era una hermosa tarde. El obeso y fúrrico cuerpo de nuestro protyagonista estaba inconsciente delante suyo.

Esto significaba que él estaba encarnando otro cuerpo. Razón por la cual miró sus manos para intuir en qué cuerpo estaba ahora su conciencia: Manos delgadas, esbeltas. Miró sus pies.

Supo que era Perla, en el universo de Steven.

El mar hizo otro ruido, el ruido de las olas estrellándose contra un objeto grande que se acerca.

Era Jaspe. Su mirada despedía furia. Empezó a correr hacia FURRO OBESO/Perla con la intención de embestirla. En su cabeza se materializó su casco, coronando lo que ya de por sí era un ariete arrollador.

FURRO/Perla hizo lo único que podía salvarla. Fue algo tan intuitivo y sabio que se extrañó de lo fulmínea que puede ser una memoria al rescate: se transformó en Lapis Lazuli.

Jaspe se detuvo a centímetros de atropellar e inactivar la forma de Perla/Lapis. Casi se congeló. Pero las lágrimas brotaron.

Jaspe tenía encima mil batallas. En algunas se vio superada, aunque su tesón, disciplina y entrenamiento le valían la victoria al final.

Jaspe tenía encima mil batallas. Pero sólo había tenido UNA FUSIÓN. Lapis.

Sabía que era UNA TRAMPA. ¿Pero no sabemos todos los que caemos que si vamos al casino perderemos?

¿No empezamos cosas que, sabemos, no podremos terminar?

Y también decimos cosas que no sentimos y hacemos cosas que están reñidas con nuestra esencia.

Jaspe se derrumbó, aulló, lloró y abrazó fuerte a Perla/Lapis.

Como si fuera un sueño en disolución, del que estamos despertando inevitablemente.

—Sé que me estás... —dijo Jaspe pesadamente. Su garganta estaba anudada. No terminó la frase. En su lugar, empezó otra— ¿Podrías quedarte con esta forma un poco más?

Perla/Lapis no dijo nada. Le acarició la melena con una mano y con la otra le tocó el casco, que se desvaneció. Jaspe depositó al objeto de su devoción en la arena. Algunas lágrimas gordas se derramaron de su rostro al de la gema flaca e inexpresiva. Toda la anterior furia se disipó.

Ahora el aire tenía una densidad de ternura, deseo y tristeza.

Lágrimas involuntarias seguían fluyendo.

Los besos intensos bañaron el pecho de Perla/Lapis.

En ascenso a su cuello.

Boca.

Nariz.

Mejillas.

Párpados.

Frente.

No quería cometer errores, por lo que, salvo los gemidos que le arrancaba Jaspe, Perla/Lapis se mantuvo en silencio.

Jaspe cambió su posición para besar otras zonas del cuerpo lánguido que se retorcía de placer bajo ella.

La exploró con su lengua y labios por todos los resquicios. La respiración, la sal marina y del sudor, la saliva, la arena, el viento, todo se unía en una sola cosa irrefrenable. Finalmente, Jaspe lloró por dentro y mordió sus propios labios por fuera y dijo:

— Ahora sé por qué las Diamantes llevan a sus Perlas a donde quiera que van.

Se levantó y se fue caminando al mar, hasta que hundiéndose, se perdió de vista. FURRO OBESO/Perla/Lapis se quedó tumbada, extenuada, boca arriba mirando la luna. La tristeza era de Jaspe, pero algo de la sensación de paraíso perdido se le contagió. Finalmente su cuerpo despertó y todo fue confuso otra vez...

"Tú sabes que ponerse a querer a alguien es una hazaña. Se necesita una energía, una generosidad, una ceguera... Hasta hay un momento, un principio mismo, en que es preciso saltar un precipicio; si uno reflexiona, no lo hace." (SARTRE, Jean-Paul).

Después de que el dios Osiris fuera asesinado y descuartizado por su hermano Seth, su esposa y su hija viajaron alrededor del mundo recolectando todos los pedazos del cuerpo de Osiris. Al no encontrar su miembro viril, su esposa esculpió un pene en arcilla, lo unió a su cuerpo y le devolvió a la vida a través de una felación.

La gente piensa que la intimidad es sobre el sexo. Pero la intimidad es sobre la verdad. Cuando te das cuenta de que puedes decirle a alguien tu verdad, cuando puedes mostrarte ante ellos, cuando te encuentras frente a ellos desnudo y su respuesta es: “estás a salvo conmigo”, eso es intimidad.

— REID, Taylor Jenkins.

"Los humanos tienden a la SUMISIÓN si fuman marihuana. PERO TIENEN QUE TENER una excusa CULTURAL para REIVINDICAR tal consumo".

Eso descubrió Elton en su viaje con la máquina del tiempo. Muches lectores imaginarán un automóvil como el DeLorean. O quizá una cápsula como la de DRAGON BALL. Pero no. La máquina consistía en una especie de pendrive que Elton se introducía en el ano y le bombardeaba el cerebro con visiones fantasmales.

Su cuerpo se quedaba en este plano de devaluación e inflación, pero una proyección astral era revoleada hasta millones de años en el pasado. Primero los dinosaurios fumaban macoña.

Luego los meteoros fumaban macoña.

Luego los monos fumaban macoña.

Luego los monos inventaron los teléfonos celulares y los videos de monos lampiños teniendo sexo sin condón y eyaculándose en los ojos. Todo era falso, claro. Pero los monos peludos querían imitar esas cosas falaces, mentirosas. Las monas ni siquiera miraban esas producciones cuyas escenas estaban peor escritas que las ficciones de fanáticos en Wattpad. Además, todas las escenas culminaban con la eyaculación de los monos. Y que a las monas, las parta un rayo.

Entonces, FURRO OBESO, un simpático personaje que había en aquel tiempo, hizo algo genial: se disfrazó de jamaiquino. Y chapuceando con la guitarra inventó el ritmo de reggae.

No sólo eso: También elaboró una epopeya donde un Nyarlathotep cualquiera bajo el nombre de "Jah" impuso a los hombres que fumen marihuana hasta quedarse con LOS OJOS CHINOS y el ano DILATADO.

Con una hazaña que combinaba ingenio, imaginación y capacidad de desdoblamiento físico, FURRO OBESO realizó una impresionante técnica donde se dividió a sí mismo en cuatrocientosveinte furritos obesitos que, cuan Kokú, les hizo el amor contranatura de forma VIOLENTA (no a la manera usual de Kokú) a todos los zonzos que vivían fumando la fragante hierba enemiga de BABYLÓN.

(Babylón le llamaban los fumanchines al vil Capitalismo desmadrado que hoy nos está comiendo el hígado y llevándose nuestra querida macoña, litio cerebral de la batería de procrastinación ilimitada).

César: —Quiero tener cerca de mí hombres gruesos, de cerebro ligero y que por la noche duerman. Este Casio tiene el aspecto de un hombre extenuado y hambriento... ¡piensa demasiado! Tales hombres son peligrosos.

ANTONIO: —No le temas, César; no es peligroso. Es un noble romano bien intencionado.

CÉSAR: —Quisiera que estuviese más gordo; pero le temo. Con todo, si fuese yo susceptible de sentir temor, este Casio tan flaco es, de todos los romanos, el que evitaría con mayor cuidado. Lee mucho, es muy observador y penetra en el pensamiento de los hombres a través de sus actos. No tiene, como tú, la afición a los espectáculos y a los imageboards. No le gusta la música; rara vez sonríe, y cuando eso sucede tiene un aire como si se burlase de sí mismo o se tuviese lástima por haber podido abandonarse a semejante flaqueza. Estos hombres no se sosiegan jamás mientras ven a otro por encima de ellos. Eso es lo que les hace peligrosos.

Los hombres encuentran en las mismas crisis la fuerza para su superación. El ser humano sabe hacer de los obstáculos nuevos caminos porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer. En esta tarea lo primordial es negarse a asfixiar cuanto de vida podamos alumbrar. No permitir que se nos desperdicie la gracia de los pequeños momentos de libertad que podemos gozar: una mesa compartida con gente que queremos, unas criaturas a las que demos amparo, una caminata entre los árboles, la gratitud de un abrazo. Un acto de arrojo como saltar de una casa en llamas. Éstos no son hechos racionales, pero no es importante que lo sean, nos salvaremos por los afectos. El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria.

~SÁBATO, Ernesto, "Yo también fue un furro obeso".

Vos decís que la lluvia te re copa, pero usás paraguas.

Vos decís que el sol es chévere, pero buscás la sombra.

Vos decís «Me lo dijo el viento», pero cuando el viento viene, te ponés la gorra y cerrás la ventanita del amor.

Por eso es que no te creo un choto cuando me decís que me amás.

"De manera que seguí adelante con ello, dejé mi trabajo y básicamente no hice nada durante aproximadamente un año. No desarrollé nada muy detallado. Empecé muchos proyectos que eran en mucho demasiado grandes para siquiera acabarlos, y ése era su encanto. Sabía que si terminaba un proyecto tendría que enviarlo y tendría que ser juzgado. De forma que estaba embarcándome en proyectos que claramente nunca iba a terminar, lo que creo que es algo que hacen muchas personas; hacen eso o su equivalente. En bastante medida tendrían el sueño de que podrían haber sido alguien importante o con habilidades, más que arriesgarse a poner sus sueños de verdad a prueba y terminar incluso sin ese sueño. Me di cuenta que es lo que yo estaba haciendo, y también me di cuenta que era la cosa más estúpida y autoderrotista que posiblemente podía hacer."

(Alan Moore)

"Decidí que todo esto estaba completamente en mis manos, que no había una conspiración intentando frenarme en conseguir lo que quería, y al mismo tiempo que no había súper amigos que estuvieran intentando ayudarme a alcanzar donde quería, que todo dependía completamente de mí. Una vez que se me encendió esa pequeña bombilla en la cabeza me di cuenta que simplemente debía hacer algo que pensara que fuera adecuado, enviarlo a algún sitio, y si era rechazado, hacer algo más."

"Hice un tira cómica a medio terminar para su posible inclusión en uno de los periódicos sobre música que por entonces había aquí, ‘Sounds’. Recibí un telegrama, en esa época no teníamos teléfono, pidiéndome que me pusiera en contacto con ellos y diciendo que les gustaría sacar adelante la tira. Éste fue el comienzo de mi carrera, y realmente lo que significó era que tomaba la responsabilidad de mi propia vida, de mis fracasos y de mis éxitos, que algunos debería haber. Hacerte responsable de algo, descubrí, tendía a darte poder sobre ello. Hacerte responsable de ti mismo, ciertamente te da poder sobre ti mismo, y ése es el único poder con el que me siento políticamente cómodo. El poder sobre otros significa tiranía, en cualquier contexto en el que ocurra, sea en una nación o en una familia. Mientras que el poder sobre uno mismo es una necesidad para ser un ser humano completo."

Resistol

Es más bien que a través del luto mismo, que no niego, veo la vida de los otros continuar, sin cambio; los veo perseverar en sus ocupaciones, en sus pasatiempos, en sus problemas, frecuentar los mismos lugares, los mismos amigos; nada cambiaría en el contenido de su existencia. Del amor, asunción demencial de la Dependencia (tengo absoluta necesidad del otro), surge cruelmente la posición adversa: nadie tiene verdaderamente necesidad de mí.

~BARTHES, Roland, "Discurso amoroso", 1977.

«Macedonio no le daba el menor valor a su palabra escrita; al mudarse de alojamiento, solía olvidar sus manuscritos de índole literaria o metafísica, que se habían acumulado sobre la mesa y que llenaban los cajones y los armarios. Mucho se perdió así. Recuerdo haberle reprochado esa distracción; me dijo que suponer que podemos perder algo es una soberbia, ya que la mente humana es tan pobre que está condenada a encontrar, perder o redescubrir siempre las mismas cosas. Con los años he llegado a aceptar esa verdad».

~BORGES, Jorge Luis (sobre Macedonio Fernández).

Dentro de ciento veinte días quedará totalmente terminado nuestro primer avión-cohete Integral. Pronto llegará la magna hora histórica en que el Integral se remontará al espacio sideral. Un milenio atrás, vuestros heroicos antepasados supieron conquistar este planeta para someterlo al dominio del Estado único. Vuestro Integral, vítreo, eléctrico y vomitador de fuego, integrará la infinita ecuación del Universo. Y vuestra misión es la de someter al bendito yugo de la razón todos aquellos seres desconocidos que pueblen los demás planetas y que tal vez se encuentren en el incivil estado de la libertad. Y si estos seres no comprendieran por las buenas que les aportamos una dicha matemáticamente perfecta, deberemos y debemos obligarles a esta vida feliz. Pero antes de empuñar las armas, intentaremos lograrlo con el verbo.

En nombre del Bienhechor, se pone en conocimiento de todos los números del Estado único: Que todo aquel que se sienta capacitado para ello, viene obligado a redactar tratados, poemas, manifiestos y otros escritos que reflejen la hermosura y la magnificencia del Estado único.

Estas obras serán las primeras misivas que llevará el Integral al Universo.

¡Estado único, salve! ¡Salve, Bienhechor!... ¡Salve, números!

Con las mejillas encendidas escribo estas palabras. Sí, integraremos esta igualdad, esta ecuación magnífica, que abarca todo el cosmos. Enderezaremos esta línea torcida, bárbara, convirtiéndola en tangente, en asíntota. Pues la línea del Estado único es la recta. La recta magnífica, sublime, sabia, la más sabia de todas las líneas.

Yo, el número D-503, el constructor del Integral, soy tan sólo uno de los muchos matemáticos del Estado único. Mi pluma, habituada a los números, no es capaz de crear una melodía de asonancias y ritmos.

Solamente puedo reproducir lo que veo, lo que pienso y, decirlo más exactamente, lo que pensamos NOSOTROS, ésta es la palabra acertada, la palabra adecuada, y por esta razón quiero que mis anotaciones lleven por título NOSOTROS.

Estas palabras son parte de la magnitud derivada de nuestras vidas, de la existencia matemáticamente perfecta del Estado único. Siendo así, ¿no han de trocarse por sí solas en un poema? Sí han de trocarse en un poema. Lo creo y lo sé.

Escribo estas líneas y las mejillas me arden. Experimento con toda claridad un sentimiento acaso análogo al que debe de invadir a una mujer cuando se da cuenta, por primera vez, del latido cardíaco de un nuevo y aún pequeñísimo ser en su vientre. Esta obra -que forma parte de mí, y sin embargo yo no soy ella- durante muchos meses habré de nutrirla con la sangre de mis venas, hasta que pueda darla a luz entre dolores y brindarla luego al Estado único.

Pero estoy dispuesto, como cualquiera de nosotros, o casi cada uno de nosotros.

El arte provoca por su propia naturaleza. Provoca estados de ánimo; el más valioso: conmueve.
Cuando es bueno, nos saca de los temas de todos los días y nos devuelve nuestra dimensión temporal y humana. También da un poco de miedo.
Los artistas provocan, y a veces, escandalizan. Algunos a propósito, otros por la naturaleza de su trabajo. El arte es sin dudas, incómodo, porque trabaja sobre los temas que preferimos olvidar:
·La belleza (y su pérdida)
·El poder.
·La muerte.
En ese camino busca siempre su nuevo límite en su campo, que es el de la forma; eso implica trascender o romper con lo anterior... y la forma anterior es sobre todo el buen gusto establecido, el "buen gusto".

~JAUREGUIBERRY, Eleonora.

LA SAGA DEL GAUCHO SIN CABEZA por Agente Rayo, publicada por Ediciones Urania en Buenos Aires Argentina, desde 2013.
Síntesis bibliográfica por Eduardo Orenstein.

Introducción:

La Saga del Gaucho sin Cabeza, está basada en bien documentados episodios de la historia Argentina del período de Juan Manuel de Rosas y los Mazorqueros, la ambición británica en el Río de la Plata, los refugiados nazis de la Segunda Guerra Mundial en la Patagonia, el Peronismo y la energía nuclear, Evita, su cadáver, más algunos episodios referentes al nefasto golpe de estado de 1955 y sus consecuencias. Por otro lado la historia se completa con discutibles investigaciones y esclarecimientos sobre momentos oscuros de estos mismos episodios y personajes, todo dentro de los confines del misterioso pueblo Villa Durazno, dominado por las espléndidas Azucenas expertas en el sexo y la lucha con facón, visitadas regularmente por un sobrenatural personaje decapitado. La Saga del Gaucho sin Cabeza se puede interpretar como una ficción que hace un humilde intento de explicar, con imaginación, una realidad que siempre nos supera, por más que haya: sexo, sangre, muerte, guerra, gauchos, unitarios, federales, alquimistas, científicos, brujas, hechiceras, aquelarres, orgías, camellos, caranchos, peronistas, cumbia, contrabandistas, conspiradores, ingleses, franceses, bibliófilos, nazis, ninjas, chinos, mapuches, judíos, cristianos, mormones, macheteros, degollados, emoción, pasión y amor.
Pero, como se dice en estas latitudes, es lo que hay.

No puedo adjudicarme el título de sabio. He sido un hombre que busca, y aún lo sigo siendo; pero ya no busco en las estrellas ni en los libros, sino que comienzo a escuchar las enseñanzas que me comunica mi sangre. Mi historia no es agradable, no es dulce ni armoniosa como las historias inventadas. Tiene un sabor a disparate y a confusión, a locura y a sueño, como la vida de todos los hombres que ya no quieren seguir engañándose a sí mismos.

~HESSE, Hermann.

Con los nutrientes de un pancho y gomitas ácidas, empiezo un nuevo día.

Estaba cansado. Los supresores de sueño que tragó ya no hacían efecto. Había dibujado tres historietas y dos story-boards para Ideas del Sur y le pagaron con UN YOGURT. Luego se subió al auto de su jefe. Esquivar los peajes... ¿podría? Los drones recaudadores le dispararon perdigones rompevidrios. Le daba igual a John Mecos. Ese no era su auto. Ya no podría volver a trabajar en ese lugar. Su vida social era nula. Era nula y había culminado.
Varios duendes mofletudos creados por el doctor Güero habían hecho su maléfica aparición. John Mecos los atropelló a todos. Incluso a unos duendes que se autopercibían muchachas. Les aplastó a todes.
Todo rojo, veía John Mecos. Había fumado muchos cigarrillos de drogadicción que había en el automóvil. Un automóvil Fiat Twingo de su ahora ex-jefe, Adrián Sfag. De éste se decía que hizo su fortuna a costa de su antigua mujer, Araceli Bonsai. En el apogeo de su carrera, Araceli había amasado unos buenos dólares. Pero Adrián la hipnotizó a Araceli y la hizo invertir en emprendimientos que la fundieron a ella. Y lo enriquecieron a él.
John Mecos sentía descargas en su cuerpo cuando la veía haciendo escenas escandalosas en el estudio de Ideas del Sur. Ella aparecía exigiendo dólares a gritos pelados. "Parece Nikocado Avocado", susurraba la gilada. Adrián Sfag sólo pagaba en pesos devaluados. Sfag se compraría un auto mejor.
John Mecos soñó cientos de veces (o al menos, decenas) arrojarse con el Twingo a un precipicio. Pero no había precipicios en esa ruta. Ni árboles. Solo alambre y vacas flacas.
Y duendes.
"Hay un mundo mejor, pero es más caro", decía siempre John Mecos. Lo decía sabiendo que no codiciaba la fortuna para acceder a tal mundo. Para él su consuelo era robar un auto y arrojarse a un precipicio, como en la película de "Thelma y Luis".
"Nunca seré suficiente para Ara".
La "suficiencia" puede tomar más de un intento. Y quizá nunca la alcancemos. Hay más cosas fuera de control que cosas controlables. Quizá se trate de fluir en el medio de tamaño caos incesante...
Podía parar en la ruta para dormir, pero sabía que los duendes se amucharían y lo devorarían. Nadie quería terminar así. Siguió manejando, cabeceando, luchando por no dormirse al volante. "No quiero chocar dormido, como un boludo", decía en voz alta. Hacía frío en el auto. Tenía los dedos dormidos. Todos los dedos. Todes.

Me cago me cago me cago estoy que me cagoooooooooooooooooo

En contra de todo pronóstico, un edificio demacrado apareció en el inhóspito horizonte nocturno. "¡Yepa yepa yepa!" bufó John Mecos. Lloraba. Le dolía su vida.

El ruinoso amasijo edilicio parecía tener un cartel que rezaba la leyenda "Hotel Usher". Parecía un espejismo. En cualquier momento emergería una cucaracha godzillezca o una horda de zombies. "¡Yepa yepa yepa!" canturreó John, más animado.

El sueño le pesaba. En cualquier momento sucumbiría. Disminuyó la velocidad. Frenó. Tambaleante, logró llegar a la recepción. Se tocó sus rodillas. Congeladas. Entidades fantasmáticas le dieron una llave. La de su cuarto. No podía leer el número.

La llave empezó a cantar: "Ella se agita / por la noche se menea todita".

Las puertas crujían con cada paso de John Mecos. Secreteaban. "Mirá ese boludo, parece que se va a caer redondo". John Mecos le quiso pegar a una puerta chismosa. Erró el golpe. Las puertas rieron. "Ese boludo se cree Mike Tyson, ja ja".

John Mecos enfureció pese al sueño y arrojó la llave contra una de las puertas. La puerta más gorda, la más jodona. Algo pasó, algo mágico. El simbolismo era poderoso. Pero John Mecos se cayó y se durmió en el pasillo. No lo notó, pero un duende con cara de Gaturro surgió de la nalguda oscuridad y le orinó en la capocha.

No terminaba nunca de mear. Un litro de pis amarillo y oloroso.

"Amarillo" es un decir, parecía jugo Tang de naranja.

El cuarto verde se derritió. John Mecos se percató que desde que se despertó nada se veía como antes, cuando todo lo veía teñido de rojo. Entonces una voz le habló desde el centro de su cráneo: "Bienvenido a Mictlán".
John no entendió nunca que las paredes emitían rayos gamma y que estaba siendo convertido en una pasta de slime para integrar uno de los pendencieros androides del inefable científico doctor Güero. Al momento de morir, John Mecos volvió a pensar en Araceli Bonsai, en el Renault 12 que robó y chocó contra un árbol cuando tenía 13 años, en la choco-torta que ganó en una riña de gallos contra Mike el Potoco...El doctor LeGüero estaba satisfecho, detrás del cristal incandescente a prueba de radiación. Su fernét con Manaos Cola se había recalentado y tenía un sabor metálico.

La recepcionista irrumpe a gritos. La recepcionista es Araceli Bonsai. Quiere dólares y quiere saber dónde está su amiga. Su amiga es una momia bicentenaria. Aparece en el aire, se materializa delante de los presentes. Se comunica con telepatía. John Mecos quiere escapar. La geronta lo acusó de robarse los dólares. "¡Yo sólo robo autos! ¡Sólo los hurto! ¡Nunca usé un arma!". Araceli no acepta razones: le salta al cuello y lo muerde como si fuese un pitbull, un bulto pitudo. Pero no duele.
Era una pesadilla.
De ahora en más, John Mecos ya no será quién fue.

El cuerpo del flamante androide convulsiona. Pesadillas post-mortem. El cuerpo se debate, tiene sustancias en rebelión. Deberían descomponerse. Pero no: la turbia alquimia tecnocrática, retiene el alma en una prisión de carne, metal y muchos colores.
John Mecos tiene quince años y huye de la policía, que le hace bowlling con una bazooka que arroja bolas de boliche de goma. Cae en un charco, el charco no tiene final, una vez que atraviesa el espejo de barro. Un científico parecido al doctor Willy de Megaman ensaya con tubos. Hace pesas y flexiones de brazos. Un androide leñador emerge de la oscuridad cantando. "Una cerveza voy a tomar, una cerveza para olvidar y así olvidarme de aquella trampa mortal".
Pero el robot empezó a llorar.
El olvido llegaba, pero no tan rápido.
Algo se diluía en la nada, pero de todos modos, el robot lloraba como un bebé.

No para, sigue sigue. Sigue girando. Huyendo. Corriendo. En una jaula. Sin piernas.Los gorila-chorizo las habían devorado.
Los gorilas-chorizo, tétrica amalgama de simios antiperonistas con chacinados de porcinos. Cuando el dólar en Argentina estaba muy devaluado, los chinos ofrecieron comprar órganos de humanas y humanes argentinas y argentines. ¿Para qué? Para alimentar a los simpáticos chanchos del gigante asiático, cuyos rostros estaban serigrafiados como los de los osos panda sintéticos.
¿Y qué tienen que ver los "gorilas-chorizo"?
Los chinos exigían a los hijos de Adrian Sfag para devorar, puesto que estaban alimentados con caviar, manteca y cero grasas trans. Estos hijos eran un ALIMENTO PREMIUM.
Pero Adrián Sfag necesitaba herederos para que no obtenga su fortuna la inestable Araceli Bonsai. Así que le encomendó al infatigable Doctor LeGüero la creación de unos hijos postizos. Y así nacieron los indomables gorilas-chorizo.
Luego de devorar las piernas del cada vez más mecánico John Mecos, le robaron el celular. ¡Qué choris!

Un caballo robot dio un relincho robótico y John Mecos lo miró, pero el caballo ahora era un pequeño pony. Lo miró mejor y era Araceli Bonsai, transformada en potranca policromada. Le miró el culo equino: tatuaje de arcoiris en su cadera.
John Mecos TENÍA DEVOCIÓN por esas ficticias criaturas. Había ido veinte veces a los encuentros "Furros Argentinos" en Tecnópolis, donde miles de personas y duendes se congregaban disfrazados de animales de dibujos animados. Los ponys copaban la parada. Eran legión.
Los ojos de la bestia femenina se hincharon. Todo su cuerpo se hinchó y relinchó. Tristemente miró a John Mecos y cayó muerta a sus pies.
Todo alrededor se incineró, menos John Mecos. Una blancura infinita inundó todo. Inmune a la explosión, al aturdidor sonido rompetímpanos, John quiso gritar con todas sus fuerzas.
"No tienes fueyes neumónicos, no necesitas oxígeno. Tampoco tienes un dispositivo fonador sémico. Serás un androide silente. El doctor LeGüero necesita un payaso estilo Mister Mime, de Pókemon".
John Mecos pensó con furia "Odio los putos pókemons".
"Y bueno, hermano. A joderse", respondió la fría voz dentro de su cabeza.

¿Es idea mía o la mayoría de este hilo fue escrito por una IA delirante entrenada con wattpads argentinos?

Todo se prendió fuego. Luego apareció una nube de telgopor y empezó a llover dentro de la jaula.
Pero era alcohol lo que llovía.
El fuego volvió a foguear.
Los gorila-chorizo se cocinaron y un sabroso aroma a asado perfumó el lugar.
"Voy a deglutirme una carnicería / carne de calidad / ciento por ciento argentina / voy a desayunar / asado con el parquet."
"No necesitarás el sentido del olfato, pinche narizón culiao" se escuchó dentro del cuerpo de John Mecos y la cálida fragancia a carne asada se interrumpió.
Había que reescribir los recuerdos. El alma quería saber todo. Hambrienta perpetua de razones para vivir y del por qué de las cosas, buscaba en las arcas del pasado, las pistas de su existencia.Pero el doctor LeGüero era un guacho de mierda y lo quería cagar al cadáver de John Mecos. De ahora en más, sería llamado "Androide número 49" o sencillamente "Lord Pichula".
Entonces, el flamante Lord Pichula recordó destellos beodos. Borracheras adolescentes. En una de ellas, durante 4º año, le dijo a una compañera que la quería. La imagen era borrosa. Se parecía a Araceli Bonsai, pero más flaca y con el pelo chamuscado por un mal uso de la plancha para alisar cabello. Ella se rió y le dijo algo. Insolentado, la empujó por la ventana, justo pasaba por allí un CAMIÓN DE VACA y ella gritó "¡Viva Perón!". Todos sus compas se volvieron gordos y sindicalistas, pero el león de Judea liberó esa corrupción con su motosierra de poder, que se asemejaba a una guillotina. Un nuevo reinado como el de Stalin capitalista comenzó.
La compa murió y a John Mecos lo cambiaron al turno nocturno, pero se escapó y hurtó un auto mientras el dueño del auto se comía un choripán en Castañares y Piedrabuena. John salió a la General Paz y chocó contra un árbol. Apareció en un hotel verde, un verde esmeralda. La recepcionista era una gorila-chorizo con dientes de piraña y mofletes de Gaturro. "Otra pérfida aberración del científico culero. Pinche viejo miado [SIC], debe ser sindicalista de los laboratorios, el muy hijo de puta. Qué ganas de romperle las rodillas".
Percibió un zamarreo veloz, pero inocuo. El doctor LeGüero vigilaba sus pensamientos y quiso aleccionarlo con electro-choques. Pero ambos recordaron la nueva insensibilidad post-mortem.
Lord Pichula visionó en un fulmíneo destello al Doctor LeGüero intentando curar la homosexualidad de su hije varón a fuerza de electrochoques. Así lo mató y luego lo convirtió en androide...

Todo se borraba. Todo para el tacho. Memorias que no voy a olvidar, perfumes que me quiero llevar.
Todas las series que vi. Todos los discos que escuché, los que compré usados en la feria que apestaba a "miados" (como decía el Tucu). ¿Quién es el Tucu?
Todo se diluía. No le avisé al profe de zumba que iba a chorearme un auto y huir. No renové el contrato de no sé qué. No le fui a regar las plantas a Choricholga ("¿ese es un nombre o un apodo?").
Araceli Bonsai cantando "el bombón asesino" mientras baila la coreografía de Macarena. "Dale a tu cuerpo alegría Macarena". Luego llora y grita "¡Devolveme la plata!" y arroja un cascote contra el Fiat Gol de Adrián Sfag. Luego el exitoso empresario se compraría el Fiat Twisto. ("Twingo, boludo") ("Ah, sí, se le están desintegrando los recuerdos"). John Mecos (lo que quedaba de él) no era consciente que veía desfilar ese recuerdo por última vez antes de que se extraviara para siempre en la hoguera de reciclaje. "Bueno, no de reciclaje". En la hoguera de recuerdos, el agujero de la memoria.
"Todo está chamuyado en la memoria, depósito del curro de La Chorra". ¿Qué chorra?
El estudio de las series televisivas de bajo contenido intelectual, tantas veces caminado, padecido se estaba desintegrando. Lo conocía hasta borracho y ahora, nada.
Los patéticos sets de "Patito feo: Mirá cómo me ponés", "Somos las divinas, queremos gasolina", "Son de fierro, comen perro", "A: TAV, Argentina: tarumbas, ardidos y volubles".
Bueno, esas series, bien olvidadas están.

Todo se borraba, pero "Nacho" luchaba en el fondo del tacho. Nacho, esa antiquísima serie. En ella, un hombre amante de los furros, se travestía de orca ballena arlequina y coqueteaba con una pre-adolescente. Sí, amigues, encarnada por una Araceli Bonsai con acné, que hacía de colegiala sordomuda, ciega, traste y testaruda. La premisa era nada original, era "La Cenicienta" en formato devaluado de tira televisiva de bajo presupuesto.
Para hacer todavía más estúpida y decadente la subnormal trama televisiva, un maltrazado ser imaginario (pues sólo la co-protagonista podía verlo) usaba un disfraz de Alf o uno del Oso Arturo (según tuviesen que desinfectarlo de alacranes).
En un capítulo que hoy estaría CANCELADÍSIMO, Nacho, el protagonista, intenta hipnotizar a Camelia, el personaje de Araceli. Era, claro, por una NOBLE CAUSA: para que hable, oiga, sonría y qué sé yo qué otro cuánto.
Ante el comando "Relajate" que le encomendara místicamente el geriátrico galán, Camila se empieza a desvestir, lentamente. Vestía harapos, porque era pobre, mientras que el mesmérico y añejo (disfrazado de orca en esta escena también) era multimillonario y del más alto nivel. Terminó la secundaria con un promedio de diez. Ella se plepaló, se puso lenda: El trabajo de cámara era (contra todo pronóstico) MUY BUENO, con planos contrapicados y con una doble que John Mecos en esa época NO PODÍA SABERLO, pero tenía doce años y era la amante del por ese entonces actor, Adrián Sfag.

Otro recuerdo para el olvido, Adrián Sfag ya empresario. Borracho y arrogante, mostrándole abrazado, colgando del cuello de John, en el karaoke, fotos y videos íntimos de Araceli Bonsai después de su sonora ruptura. John Mecos recién empezaba a trabajar en la compañía, pero en el estudio siempre cantaba "Sentate en el pelado". Adrián Sfag, extasiado por el mal gusto de la pieza elegida y de la escasa afinación de John Mecos, invitó a todos al karaoke.
Recordó los primeros días armando y desarmando decorados de utilería, ayudando a los camarógrafos con sus cables para que los actores boludos no se los lleven puestos. Los muy boludos se vivían tropezando con los gruesos cables. Sobre todo ese que tenía la voz toda cascada, ese, ¿cómo se llamaba?
"Relajate y gozá" le dijo una vez a John Mecos, que estaba en coma etílico.
No se acordaba de esto.
Lo recordó y lo volvió a olvidar. ¡Qué capo!
Los gorilas-chorizo comían los recuerdos como si fueran hienas desgarrando la osamenta de una cebra.
Nada. No quedaba nada qué recordar. Los ojos del androide parecían llorar, pero sólo eliminaban el exceso de sal.
"Androide número cuarentaynueve, LORD PICHULA, operativo y funcional" -anunció lo que quedaba de John Mecos.

"Tres renglones por día mantienen alejado al bloqueo del escritor." En el caso de un artista visual o musical, serán tres hojas de bocetos, o tres compases diarios... pero no esperes a la inspiración. Haz lo tuyo. Algo emergerá.