Es comprensible. Debian es una distro extremadamente opinionada y más arbitraria por parte de individuos de lo que parece. También heredan este mal sus derivadas. Quitar binarios de paquetes de forma arbitraria por parte de sus mantenedores sin justificación, como el hachazo al rename.ul de util-linux. Tanto contrato social, tantas políticas y tanta burocracia para que luego en arrebatos tomen decisiones anticomunitarias. Lo de eliminar which no se entiende. Dash tampoco. Rechazar LSB por no plantearse rpm como alternativa a deb (podrían adaptar dpkg y apt si quisieran) no se entiende. Meter basura en apache httpd para no poder seguir bien la documentación upstream no se entiende. Y así con mucho más.